La Criminalización de Mujeres Víctimas de Violencia de Género: Una Realidad que Debemos Cambiar

En mi trabajo como abogada, he tenido la oportunidad de acompañar a muchas personas en situaciones difíciles, pero hay un tema que me toca especialmente: la criminalización de mujeres que, tras sufrir violencia de género, terminan siendo señaladas como las "culpables" por el sistema judicial. Hoy quiero compartir con ustedes una reflexión basada en mi experiencia y en un caso real que ilustra esta problemática, con el objetivo de que entiendan cómo funciona y por qué es tan importante buscar justicia con perspectiva de género.

Un Caso que Nos Habla de Muchas Mujeres

Imaginemos a J.D., una mujer haitiana de 35 años que llegó a Argentina en 2015 con la promesa de una vida mejor. Conoció a H.T., un ex juez de familia de Mendoza, a través de redes sociales. Lo que comenzó como una relación aparentemente amorosa pronto se transformó en una pesadilla. Desde su llegada, J.D. sufrió violencia psicológica, económica y sexual. Vivía en condiciones de extrema vulnerabilidad, en un país desconocido, sin familia ni red de apoyo, y con una hija pequeña fruto de esa relación.

En 2017, con ayuda de personas que notaron su situación, J.D. logró escapar de su agresor. Pero su lucha no terminó ahí. H.T., usando su conocimiento del sistema judicial, inició múltiples demandas contra ella: la acusó de daños, amenazas e incluso de impedirle ver a su hija. Mientras tanto, él enfrenta un juicio por delitos graves como abuso sexual, privación ilegítima de la libertad y tenencia de material explícito de menores. Sin embargo, el sistema permitió que J.D. fuera juzgada primero, como si ella fuera la victimaria, en lugar de reconocerla como víctima.

Este caso no es único. Muchas mujeres que denuncian violencia de género terminan enfrentando acusaciones de sus agresores, quienes usan el sistema judicial como una herramienta más para seguir controlándolas y castigarlas por haber hablado.

¿Qué Significa "Criminalización" en Este Contexto?

Cuando hablamos de criminalización, nos referimos a cómo una víctima de violencia termina siendo tratada como delincuente. En el caso de J.D., por ejemplo, su desesperación la llevó a romper un vidrio tras una discusión con H.T., quien no pagaba la cuota alimentaria de su hija. Él grabó el momento y lo usó para denunciarla, mientras ella seguía lidiando con las secuelas de años de maltrato. El sistema, en lugar de ver el contexto, la llevó a juicio por "daños" y "amenazas". Esto es lo que llamamos violencia institucional: cuando las instituciones, en este caso la justicia, terminan revictimizando a quien ya ha sufrido suficiente.

El Sistema Judicial y la Perspectiva de Género

Uno de los grandes problemas es que el sistema judicial no siempre mira estos casos con "perspectiva de género". ¿Qué significa esto? Que no se toma en cuenta cómo la desigualdad entre hombres y mujeres, o los roles que la sociedad nos impone, afectan estas situaciones. A las mujeres se las juzga con estereotipos: si no actúan como "madres perfectas" o "esposas sumisas", se las castiga más duro. En cambio, a los agresores, muchas veces, se les da el beneficio de la duda.

En Argentina, leyes como la 26.485 buscan proteger a las mujeres de la violencia de género, y tratados internacionales como la Convención de Belém do Pará nos obligan a actuar contra este tipo de injusticias. Sin embargo, la realidad muestra que aún hay mucho por hacer. Casos como el de J.D. demuestran que el sistema puede ser usado en contra de las víctimas, alargando su sufrimiento.

Mi Compromiso como Abogada

Desde que trabajo en la Clínica Jurídica de Xumek, una asociación que defiende los derechos humanos en Mendoza, he visto de cerca el impacto de estas situaciones. Mi misión como abogada es no solo representar a mis clientes, sino también pelear para que el sistema judicial deje de ser un obstáculo y se convierta en una herramienta de justicia real. Esto implica pedir que se escuche a las víctimas, que se entienda su contexto y que no se las castigue por haber sobrevivido.

¿Qué Podemos Hacer?

Si estás leyendo esto y alguna vez te sentiste atrapada en una situación parecida, quiero que sepas que no estás sola. Como sociedad, necesitamos exigir que el Estado y la justicia actúen con sensibilidad y responsabilidad. Y como abogada, estoy aquí para ayudarte a navegar este camino, ya sea enfrentando una denuncia injusta o buscando protección frente a la violencia.

La lucha por un sistema más justo no termina en los tribunales; también está en las calles, en las voces de quienes no se rinden. Si necesitas orientación o apoyo legal, no dudes en contactarme a través de mi página web. Juntas, podemos trabajar por la justicia que mereces.

Nota: Este artículo está inspirado en un ensayo académico que escribí para el Diplomado en Acceso a la Justicia y Derechos Humanos. Si querés saber más sobre mis servicios o cómo puedo ayudarte, visitá mi sitio web y dejame acompañarte en tu caso.